viernes, 20 de diciembre de 2013

Ramón Labayen In memoriam



RAMÓN LABAYEN. IN MEMORIAM

En la madrugada del sábado, 14 de Diciembre falleció  D. Ramón Labayen Sansinenea en San Sebastián. Con él desparece una leyenda mundialmente reconocida en la creación y decoración de miniaturas militares. Tan sólo hace tres años que celebraba el cincuentenario de su taller, punto de referencia para los coleccionistas y alma mater de sus creaciones en compañía entonces de Fermín Galarreta como escultor y de Román, Antonio, Arturo, Piñero, JR y otros con Ramón a la cabeza, artífices de la decoración de las figuras, origen de los millares de soldaditos hoy repartidos por colecciones de todo el mundo. Curiosamente Ramón no contaba con su propia colección  Una eventualidad a la que desde el año 2000 quiso poner remedio. Comenzó entonces una etapa de creación y pintura en figuras de 54 y 30 mm. que ya no se comercializaron. Ramón estaba construyendo su propia colección en un proceso que en estos últimos años se volvió realmente febril, alternándolo con otras muchas actividades empezando por el cuidado de su familia. Una faceta desconocida, pero que le llevó a realizar numerosos modelos nuevos a la par que recuperaba, remodelaba y pintaba centenares de figuras. El modelado, obra ya enteramente suya desde los años noventa, iba ganando en movimiento, expresión, actitudes y poses que se lograban fraccionando las figuras en múltiples partes a la vez que con esa curiosidad que simpre usó para acercarse a todas las cosas, experimentaba continuamente con nuevos materiales y técnicas de pintado, a la par que se volvía cada vez más exigente en la documentación que utilizaba  para reproducir los uniformes de sus figuras. Esta faceta de su última etapa como creador de miniaturas es, sin duda, la más desconocida.
Ramón vuelve a mostrar su maestría y precisión interpretando como nadie ha sabido hacer hasta el momento, expresiones y tipos, dotando a sus figuras de vida y alejándolas  de estereotipos. Dos figuras del mismo personaje pintadas por él  nunca son idénticas. La evolución en la decoración de las caras en estos últimos años es increíble. A veces es suficiente con unos pocos y vigorosos trazos de pincel para dotar a sus "soldaditos", como los llamaba, de una expresión y vida nunca vistas en figuras decoradas de 54 mm. Su capacidad para detectar errores en cosas que a los demás se nos escapan  (esas piernas están desproporcionadas, le faltan un milímetro de longitud, ese codo no puede estar tan alto... decía)
le hacía repetir el modelo hasta quedar plenamente satisfecho.Aún así, con el paso de los años podía retomar de nuevo una figura para modificar algo que no terminó de convencerle en su momento.
Es esa minuciosidad, el correcto cálculo de las proporciones, la exactitud, el rigor, lo que le ha convertido en un referente de la miniatura militar a nivel mundial.
Trabajador incansable, tenía en mente la elaboración  de varias figuras con las que ampliar su ya  extensísimo catálogo. Algo ya imposible. En sus últimos días me decía que repasando entre las cosas personales que había hecho y que realmente le interesaban estaban sus libros, sus escritos, y ¡como no!, sus soldaditos .

La personalidad de Ramón Labayen es irrepetible. Aunque no volverá a deleitarnos ya con sus nuevas creaciones, Ramón permanecerá siempre vivo cada vez que admiremos cualquiera de sus figuras o recordemos sus amenas tertulias. Ramón, amigo. Descansa en paz 









  




2 comentarios:

Fernando GP dijo...

Me uno a ese homenaje a la persona de Ramón Labayen al tiempo que lamento la inmensa pérdida de un gran conocedor de la historia militar, artesano y fabricante de esos soldados de plomo que llenaron la ilusión y el tiempo libre de mi adolescencia y gracias a los que me adentré en el coleccionismo de miniaturas militares que me ha acompañado durante toda mi vida.

Gracias, Ramón, también por brindarme tu amistad. Descanse en paz.

Unknown dijo...

Fantástico artículo, José María , no has podido expresar mejor mis propios sentimientos hacia Ramón . Un abrazo