lunes, 29 de diciembre de 2014

Palomeque XII. Abanderado de Infantería

La inventiva de Palomeque se trasladó a su brillante y multicolor mundo de soldaditos de plomo. La colección que diseñó lejos de ser estática resultó tremendamente dinámica, hasta el punto de realizar varios grupos de tropas al ataque con moldes diferentes. De igual manera quiso que los abanderados no llevasen un tipo de trapo único. Un buen ejemplo son los oficiales de Infantería. Las Series 2003, Infantería, gala, desfile, 2004 Infantería con capote, desfile y 2005 Infantería, gala, presentando, llevan cada uno su correspondiente portaestandarte. Normalmente en las tropas en desfile, el paño de la bandera cuelga hacia atrás, pero hay una variación en la que el abanderado sujeta el paño,con la mano. En la posición de firmes, el paño de la bandera ondea hacia delante. El oficial lleva guerrera. Si vemos el dibujo de la Serie que aparece en el Catálogo ilustrado, el sentido del paño es justo el inverso. como  también aparece en la Serie 2021, Infantería, gala capote, firmes,  en este caso el oficial va provisto de la correspondiente pelliza. Por último, en la gran caja 2085, Infantería en campaña, 1909, aparece un oficial en combate con el paso largo y la bandera plegada recogida con la mano.


domingo, 21 de diciembre de 2014

Ramón Labayen. Una visión retrospectiva

Para comprender y apreciar la verdadera dimensión de la aportación de Ramón Labayen al mundo del miniaturismo militar no queda otra posibilidad que acudir a la observación de sus figuras a las que todavía se puede acceder mediante la visita a las colecciones permanentes de museos públicos o privados. Una ocasión excepcional fue la exposición de Miniaturas Militares que se desarrolló en San Sebastián en el año 2011 y que junto con la obra de otros expositores se encontraba la colección personal de Labayen. Coincidía en el tiempo con el cincuentenario de su Taller y había una representación de la vida del mismo desde las primeras figuras hasta sus creaciones más recientes en ese momento, en su mayoría pintadas por el propio Ramón Labayen. 

Hoy día hay dos colecciones perfectamente accesibles que servirán para comparar la evolución en la forma de entender y pintar las figuras de D. Ramón. La primera, realmente extraordinaria fue un encargo del coleccionista donostiarra Martín González antes de la década de los setenta del pasado siglo y que actualmente se encuentra expuesta en la sala de miniaturas del Museo del Ejército de Toledo. Es un grupo de quince figuras correspondientes a la Guerra de España, con representación de jefes y fuerzas pertenecientes a los bandos español y francés. Están pintadas por Labayen pero no firmadas ya que en aquel momento todavía ni él ni los pintores de su taller lo hacían. Ahí están presentes los retratos de Castaños y Coupigny junto a las de sus oponentes en el mando Ney y Suchet, comandando los primeros un grupo de dragones con abanderado del regimiento de Sagunto,  y oficial, trompeta y soldado de Lusitania junto a  un oficial de la compañía flamenca de las Reales Guardias de Corps. Y en el otro bando el ayuda de campo de Murat, un voltigueur del 1º Regimiento de la Guardia, un soldado de Cazadores a caballo, un oficial de coraceros, un soldado del Regimiento de caballería de la Guardia de París, o un trompeta de Marinos de la Guardia. Es muy interesante comparar algunas de etsas figuras con las respectivas homónimas que pertenecen a la colección Allendesalazar Valdés y que se exhiben en el Museo F.I.J.A.S de Sepúlveda. Estas,ya datadas y firmadas, son también de la década de los setenta y con pocos años de diferencia con respecto a las anteriores en el retrato de Ney y las imágenes del oficial de Dragones y el Oficial de coraceros podremos apreciar la evolución en la forma de pintar del tolosano.

Desaparecidas ya las colecciones de Darío Loraque y Isaac Gutman, amigos personales de Ramón Labayen y que en su momento constituyeron las más completas agrupaciones de figuras con pintura original del maestro, las colecciones que en la actualidad tienen el mayor número de figuras autógtrafas de Labayen son las de D. Fernando Gonzálesz de la Peña Ysern de Sevilla y de D. Juan ignacio Oresanz Cebollero de Zaragoza. Una gran parte de las figuras de esta última pueden ser vistas a través de internet

domingo, 14 de diciembre de 2014

Ramón Labayen. Un año después

Hace ya un año que nos dejó Ramón Labayen, todo un mito en la historia mundial del miniaturismo militar contemporáneo. Queda pues el recuerdo de su personalidad y de su obra que aparece recogida, aunque no en su totalidad, en el Catálogo que editó hace unos años en una hermosa publicación de título El taller de Labayen, en la que junto a la historia del establecimiento aparecían fotografiados algunos modelos, pálido reflejo de su amplia producción. En el mismo se incluían algunas series que nunca se comercializaron como las figuras en 30 milímetros que modeló para el juego de la guerra inspiradas en una de las campañas de Felipe V en 1743, la Batalla de Campo Santo de cuyas tropas recreó parte del contingente español, trabajo en el que empleó los años de 2007 y 2008, periodo en el que sólo diseñó una de sus esculturas en 54 milímetros, el mariscal jefe del ejército de Federico Guillermo que pasó a la historia con el nombre de el Viejo Dessauer. A esta figura sucedieron en años sucesivos y hasta el pasado, otras que igualmente nunca se comercializaron. Tenía Ramón en perspectiva una vez terminada su última creación, un coracero prusiano del ejército de Federico II de Prusia, la escultura de la imagen del propio Federico joven y, posteriomente, para continuar con la saga de marinos vascos, iniciada con la figura de Cosme Damián Churruca, la de Blas de Lezo. Estas ya no las veremos.




Abanderado del Regimiento de Hibernia. Figura en 30 milímetros para el juego de la guerra "La batalla de Campo Santo". Escultura Ramón Labayen. Pintura Ramón Labayen y José Mª Sanz Hermida